La comunidad de la calle Altamira 23, ubicada en Cerdanyola del Valles, Barcelona, tenia la necesidad de instalar un ascensor en un edificio que nunca antes lo tuvo, ni estaba diseñado para tenerlo. Hemos tenido que derribar toda la escalera y pasillos, para poder hacer el hueco necesario para el elevador. El trabajo se realizó en etapas, sin que los vecinos tengan que moverse de sus casas.
La obra tuvo una duración de 8 meses, y finalmente se puede apreciar el fruto de un gran esfuerzo. La escalera ha sido modificada con acabados en granito y pinturas de alta calidad. Se ha instalado un ascensor de hasta 4 personas de capacidad. Ahora los vecinos mayores y jóvenes pueden disfrutar de una mejor calidad de vida.